lunes, 14 de septiembre de 2009

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LA INTERPRETACIÓN DE APOCALIPSIS


Goldsworthy clarifica los principios de interpretación que corresponden cuando nos cruzamos con pasajes oscuros en Apocalipsis.
i. Debemos dejar que los textos más claros tomen precedencia ante los más oscuros
ii. No podemos dejar que un punto de doctrina sea establecido sobre una visión apocalíptica en oposición a declaraciones claras en un sentido opuesto en el material epistolar del Nuevo Testamento (es decir, las cartas)
iii. Él también insiste en que el Evangelio de Jesucristo es la llave de la interpretación de toda la Biblia
En algunas formas interpretar el Apocalipsis es como un rompecabezas: primero debemos encontrar las piezas de las esquinas. Un ejemplo obvio es el Cordero y el jinete del caballo blanco en el capítulo 19, que es el Cristo exaltado. Luego hay otros símbolos que son definidos en el libro, como los candelabros y el dragón. A partir de éstos vamos a los símbolos más oscuros pero que están basados claramente en el Antiguo Testamento, como ser las siete trompetas y copas, que están tomadas de las plagas de los egipcios, y la bestia de la tierra, basada en las visiones de Daniel. Resulta claro, entonces, que es posible hacer un marco a partir de lo que está menos oscuro, dentro de lo cual podemos incorporar lo más oscuro. Es poco probable que podamos completar todo el rompecabezas, pero si el marco es correcto podremos, al menos, captar una porción del cuadro completo.
Este comentario supone que las claves de su interpretación están en las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, pero que es necesario una interpretación del Nuevo Testamento. Supone que es simbólico, a menos que la intención sea claramente literal. Supone que el autor del libro es Dios y que está escrito para la iglesia a través de las edades, desde la escritura de la carta hasta la Segunda Venida. El contenido concierne principalmente el destino de la iglesia y de sus enemigos. La simbología permite que sea interpretado a la luz de la situación histórica corriente a lo largo de la historia de la iglesia, sin ser específico a un evento en particular, aunque hay eventos específicos registrados, como el nacimiento de Cristo y la segunda venida. Muchos de los eventos registrados en el libro son paralelos con otros eventos en el libro. El libro puede ser visto desde el punto de vista de los eventos en el pasado, los eventos corrientes y los eventos del futuro. Todos son significativos.
3.1. Las cuatro escuelas interpretativas
Hay cuatro escuelas de interpretación.
i. La preterista (de pretérito=pasado): describe en un lenguaje velado los eventos del propio tiempo de Juan hasta el final del Imperio Romano o, por lo menos, hasta la conversión de Constantino. Esta interpretación tiene la desventaja de que sólo es significativa para ese tiempo, pero para nosotros no es tan relevante. La bestia puede ser vista sólo como el Imperio Romano y Babilonia es Roma. Sin embargo hay claras referencias a la Roma del tiempo de Juan y es útil conocer las circunstancias del tiempo de Juan al interpretar el libro. En Ap. 1:11, a Juan se le dice "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea", así que de alguna forma es similar a las cartas de Pablo a los Romanos, Corintios, Colosenses, Efesios y Tesalonicenses. Tanto en las cartas de Juan como en las de Pablo, Dios ha escogido que éstas sean preservadas para Su iglesia a través de los siglos. Así como la carta a los Corintios trata problemas específicos que tenían entonces, también trata con estos problemas para los siglos futuros. En la misma forma, Apocalipsis trata con los problemas enfrentados por las siete iglesias de Asia, pero también tiene mucho que decir a las generaciones futuras. Debido a que Juan usa imágenes simbólicas, el Apocalipsis no está atado sólo al Imperio Romano sino que también puede ser usado para describir sucesivas tiranías perseguidoras a lo largo de los siglos. Los siguientes tres métodos de interpretación tratan con el valor del Apocalipsis para las generaciones futuras en distintas formas.
ii. La historicista: éste es un cuadro de toda la historia, desde la primera venida de Cristo hasta Su segunda venida, y más allá. En este método la gente tratará de hacer que las secciones del Apocalipsis encajen con eventos históricos específicos. La bestia es vista como la manifestación corriente de la bestia, como el papado en el tiempo de la Reforma. Esta posición es insostenible porque habrá una gran variedad de interpretaciones a través de las edades. Pero, dado que los principios son válidos para todas las generaciones, como sugeriría el idealista, cada generación debería poder identificar los personajes retratados por Apocalipsis. Por lo tanto, la visión del historicista no debería ser denigrada. Ha provisto consolación en tiempos de persecución a lo largo de la historia de la iglesia. La interpretación histórica más importante desde el siglo XII hasta los tiempos de la Reforma hace que el papado sea la bestia y Roma o la iglesia romana, Babilonia. Sin embargo, hacer de Apocalipsis un cuadro de toda la historia humana y como consecuencia usarlo para predecir cuándo llegará el fin está mal, y no era la intención cuando fuera leído Apocalipsis, pero usarlo para fortalecer al pueblo de Dios que estaba pasando por pruebas específicas es un uso válido.
iii. El idealista; entre mensajes para el primer siglo y profecías del futuro lejano, trata principalmente con principios que son siempre válidos en la experiencia cristiana. La bestia es el Imperio Romano en el tiempo de Juan, pero también una sucesión de imperios impíos que conducen hasta el último imperio del que surgirá el anticristo. Dado que los cristianos han sido perseguidos a lo largo de las generaciones, cada generación debería poder identificar cuál es su bestia.
iv. El futurista: es mayormente una profecía de eventos que están por ocurrir, especialmente justo antes de la venida de Cristo. Esta es la interpretación normal de alguien que lee el libro por primera vez porque su simbolismo parece tan fantástico. Significa que el libro será especialmente relevante para los de la última generación. La bestia es vista como el anticristo que emerge de un Imperio Romano redivivo. Es claro que la Segunda Venida aparece en forma prominente a través del libro, y por lo tanto hay verdad en el punto de vista futurista, pero esta visión tiende a pasar por alto la verdad espiritual que es valiosa hoy. Sin embargo, note que a Juan no se le dice que selle el libro (Ap. 22:10) porque el tiempo está cerca, aunque a Daniel se le dijo que sellara el libro hasta el tiempo del fin (Dan. 12:4). Esto significa que el libro está a punto de comenzar su cumplimiento. El libro de Apocalipsis fue escrito inicialmente a las siete iglesias de Asia y de aquí el punto de vista preterista. Sin embargo, el libro alcanzará su cumplimiento final cuando aparezca el último anticristo y Cristo vuelva; este es el punto de vista futurista. Ladd divide los puntos de vista futuristas en dos tipos, el moderado y el extremo, conocido como dispensacionalismo. El segundo hace una marcada distinción entre Israel y la iglesia, las cartas a las siete iglesias tratan con las siete edades de la historia de la iglesia, del capítulo 7 en adelante se refiere a Israel porque la iglesia ha sido llevada en el rapto a esta altura, así que no sufre la gran tribulación, que ocurre durante los últimos 3 y medio años de la historia. Este punto de vista es sostenido ampliamente en Norteamérica. El mejor exponente de este punto de vista es Walvoord.
El futurista argumentará que la interpretación preterista está errada porque el Apocalipsis trata de los últimos tiempos, pero durante el tiempo del Imperio Romano la interpretación preterista era el último tiempo. Un comentario similar podría hacerse de la interpretación historicista durante la Reforma. La interpretación idealista es probablemente la más relevante hoy, para satisfacer las necesidades de hoy durante los tiempos difíciles cuando los cristianos están bajo presión y por cierto no descuenta una realización futura tampoco. Yo cuestionaría fuertemente la idea de que Apocalipsis sólo tienen una realización futura.
El problema para cualquiera que trate de interpretar el libro es que al leer el texto uno puede encontrar apoyo para todos estos puntos de vista, que es la razón por la que hay una variedad tan amplia de interpretaciones y - por cierto - desacuerdos. En un sentido todos tienen razón. El futurista ve a la bestia como el futuro anticristo; el historicista ve la bestia de la historia; el preterista ve la bestia en los tiempos romanos; y el idealista ve una sucesión de bestias que conducen hasta el anticristo. El futurista escribe desde el punto de vista de una iglesia que no está sufriendo persecución ahora pero que la espera para el futuro, especialmente del anticristo. El historicista escribe desde el punto de vista de la persecución actual o la persecución reciente como eventos históricos y los encuentra en Apocalipsis. El idealista mira a los períodos anteriores de persecución y ve principios generales dentro de Apocalipsis que los pueden explicar. El preterista escribe acerca de cómo Apocalipsis explica la persecución bajo el Imperio Romano. Todos son correctos, pero todos ven la verdad desde una perspectiva diferente. Este comentario está escrito mayormente desde un punto de vista futurista e idealista, porque esta interpretación será la más útil a la iglesia en esta generación en el Occidente. Si bien la iglesia en Occidente no está sufriendo persecución, todavía se está librando una guerra contra ella en la forma de doctrina falsa y la seducción de los valores mundanos.
Mounce destaca que "Juan mismo no podía ser preterista, historicista, futurista e idealista, sin contradicción. Él escribió desde su propia situación inmediata. Sus profecías tendrían una realización histórica, anticipó una consumación futura y reveló principios que operaban debajo del curso de la historia. El problema interpretativo surge del hecho de que el Fin no llegó en hora." Si el autor de Apocalipsis es el autor del cuarto evangelio, entonces ciertamente esperaba estar vivo cuando volviera Cristo (Juan 21:21-24). Si leemos la primera carta de Juan, 2:18 indica que él consideraba que él estaba viviendo en la última hora.
Ap. 1:3 nos dice que hay una bendición para el que lee las palabras de esta profecía y guarda su mensaje porque el tiempo está cerca (ver también 22:10). De aquí se nos asegura que el contenido es relevante ahora, de la misma forma que la Segunda Venida de nuestro Señor es relevante ahora, de la misma forma que era hace 1900 años. Para los escritores del Nuevo Testamento el tiempo de la venida del Señor está siempre cerca (Fil. 4:5, Stg. 5:8, 1 Pedro 4:7). Jesús nos advierte que estemos listos para Su retorno porque Él viene a la hora que no pensamos (Mt. 24:44). Por lo tanto Apocalipsis nos advierte que estemos listos porque los eventos que describe pueden ocurrir en cualquier momento. Por lo tanto, cualquier interpretación que pone los eventos ya sea en el pasado o futuro distantes es engañoso porque su propósito es preparar nuestros corazones ahora para lo que viene pronto. Así como hay una bendición para aquellos que guardan el mensaje de este libro al comienzo de Apocalipsis, así en el final (22:7) hay una bendición para los que guardan las palabras de Apocalipsis, junto con un recordatorio de que Jesús viene pronto. Parte del mensaje de Apocalipsis es preparar a Su pueblo para Su segunda venida y los eventos que la preceden.
Ladd habla bastante acerca de la naturaleza doble de la profecía, que tiene cumplimiento tanto inmediato como distante. Un ejemplo de esto es el discurso del monte de los Olivos que estaba referido al juicio histórico de Jerusalén en manos de los romanos en d.C. 70 (Lucas 21:20 ff.) y la aparición escatológica del anticristo (Mt. 24:15 ff.). De la misma forma, Apocalipsis tuvo su cumplimiento inmediato en la serie de persecuciones romanas sobre los cristianos hasta Constantino en d.C. 313, así como en la aparición del anticristo en el futuro distante. Por lo tanto, la interpretación correcta es una mezcla de los puntos de vista preterista y futurista, y que incluya cualquier tribulación que experimente la iglesia entre estos dos períodos.
Si bien gran parte del libro puede ser interpretado para que describa eventos al final de la era, esto está a continuación de una sucesión de eventos que conducen al clímax de la historia. Es un hecho de la historia que a lo largo de la era del Evangelio ha habido imperios políticos y religiosos que han perseguido a la iglesia. El libro de Apocalipsis está escrito para aquellos santos así como para los del reino del anticristo. La idea de que la iglesia no estará en la tierra cuando sea revelado el anticristo no se encuentra en Apocalipsis y esta idea le hace un gran daño a los creyentes de hoy. Este comentario usa una combinación de enfoques. Gran parte del libro incorpora las circunstancias del tiempo de Juan, lo cual debe formar la base de cualquier interpretación, porque fue escrito para las siete iglesias de Asia. Describe lo que va a ocurrir pronto, en el futuro cercano, pero también mira hacia el futuro distante, describe los últimos tiempos también, así que se usa una combinación de preterista, futurista e idealista. El enfoque utilizado dependerá del texto. Para el preterista la bestia es el Imperio Romano y su emperador. Para el idealista es una sucesión de imperios tiránicos a lo largo de la historia que persiguen a los santos. Pero para el futurista todos estos hallan su mayor cumplimiento en el reino del anticristo. Hay verdad en todos estos puntos de vista. El hecho que el libro dee suficiente ambigüedad para que todos estos puntos de vista sean verdaderos es probablemente deliberado para que cada generación pueda beneficiarse del libro. Su simbolismo también significa que Apocalipsis no puede ser usado para predecir el futuro, el que siempre está velado para el hombre (cf. siete truenos en 10:3-4). Su propósito es prepararnos para el futuro, especialmente para la consumación de todas las cosas, cuando Cristo sea revelado.