jueves, 28 de mayo de 2009

LA HUMANIDAD DE CRISTO

SE PUEDE DECIR QUE:
Por varios siglos después de que Jesús vino a este mundo, sus seguidores se enredaron en
largas y algunas veces ásperas discusiones acerca de quién era el Señor. ¿Era Dios --el Dios
que creó el universo? ¿Era hombre, un miembro de carne y sangre de la familia humana?
¿Era El ambos? Algunos cristianos, denominados docetistas, pensaron que incluso la
sugerencia de que el Dios invisible pudiera llegar a ser una persona física era indignante.
Ellos decían que Cristo no podía llegar a ser un ser humano; sólo parecía humano.
Pero Cristo era humano, como también divino, y necesitamos verlo como uno de nosotros.
Necesitamos permitir que sus pies toquen el suelo. El propósito de este pequeño libro es
presentar una imagen adecuada de nuestro Señor en su humanidad. Dado que Elena de
White conoció a Jesús tan bien, y puesto que ella conversó con El en visión (ver, por ejemplo,
Primeros Escritos, p. 77), hemos citado ampliamente, aunque no exhaustivamente, de sus
escritos, así como también de las Sagradas Escrituras.
Confiamos en que estos pasajes inspirados guiarán al lector a sentirse mejor familiarizado con
el Jesús real. Al reflexionar sobre nuestro Señor en su humanidad y al meditar en la belleza
de su carácter, anhelo que podamos acercarnos más al que fue hecho "en semejanza de
carne de pecado". Que el tiempo dedicado con Jesús en esta vida continúe por toda la
eternidad.

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