martes, 30 de junio de 2009

EL PASTOR Y LOS JÓVENES

El pastor debe ser una persona que tenga clara su posición con cada uno de los estamentos sociales de la iglesia. El trabajo con los jóvenes es el más especial, delicado y a la vez el más difícil. Debe de considerar que si los jóvenes de su iglesia no funcionan ahora, más tarde tampoco funcionará su iglesia, pues ellos son la base de ésta. A la vez es el trabajo más difícil, porque el trabajar con jóvenes al igual que té llena de gratificación te llena de desolación pues en ocasiones no sabes por qué motivo ellos han reaccionado así. Son imprevisibles, dinámicos, sinceros y en ningún caso son “políticos”. La iglesia misma también debe velar por el bienestar social, físico y espiritual de su juventud.
Si yo fuera Pastor me preocuparía de prepararlos en las siguientes áreas:


1. Explicarles cual es el propósito que Dios tiene para la Juventud, muchos de ellos ni siquiera saben que Dios tiene un plan para cada uno de ellos y que requiere de ellos muchas cosas.

2. Hablarles del pecado abiertamente, de todas las cosas que el mundo ofrece para luego responderles con lo que Dios ofrece y darle a elegir, que se comprometan personalmente.

3. Una vez que toman la decisión ayudarles a cómo caminar en la Luz ( hablarles de la fidelidad, de la autodisciplina, de cómo tener una experiencia genuina con Dios, de cómo ejercitar la voluntad, de la abnegación etc.)

4. Instarles a que su educación no sólo sea terrenal, si no que se preparen para la eternidad.

5. Les hablaría del servicio y les instaría a comprometerse con ello. Para este fin realizaría actividades comprometidas: un viaje misionero, visita a orfanatos, cárceles etc.

6. Daría charlas de la reforma pro- salud para que su cuerpo también este en armonía con la Palabra de Dios, y porqué no, les enseñaría a cocinar.

7. Hablaría con ellos de la música en especial, y porque no, invitaría a personas como Jonatán DolÇet que fue un ex cantante de rock para que les contase su experiencia y su conversión.

8. También hablaría con ellos sobre la recreación, el vestido y los adornos, las relaciones sociales, la vida del hogar y el noviazgo y matrimonio. Sin duda se podrían dar clases de cursos prematrimoniales para que lleguen a ser sabios y felices en su vida conyugal.Además en cuanto a realizar actividades con ellos, me basaría en realizar actividades que tuviesen relación directa con la naturaleza y el ejercicio, ya que ellos tienen que quemar de algún modo sus energías y porque es la forma más directa de estar en contacto con el creador. Les involucraría en campañas de evangelismo. Sería bonito tener vigilias de vez en cuando para orar y estudiar juntos la Biblia. Quizá todo esto sea una utopía porque no todos lo jóvenes responderían, pero creo, porque he sido joven, que esto es lo que se debe hacer. Y con los que no participasen nunca deberían ser abandonados sino visitados personalmente.

No hay comentarios.: