CONCEPTOS DEL
ARREPENTIMIENTO
Sal 51: 1-7
INTRODUCCIÓN
Proposición: Para disfrutar del
cristianismo en sus bendiciones es necesario recordar que el mensaje central de
la Biblia es un llamado al arrepentimiento.
Mr,
1: 4 (Juan B) Mt 3: 17 (Jesús); Hech 2: 38 (apóstoles); Lc 24: 47 (misión);
Hech 5: 31 (el Padre dio a su Hijo).
Oración de transición: ¿Qué significa el
arrepentimiento? Vamos a ver algunos significados de la palabra
arrepentimiento.
1. “Pesar por el mal cometido”
EGW
2. Es ser cristiano justo y
bondadoso, Lc 3: 7-14
3. Es confesión y libertad. Sal
51: 1-7, Os 14: 2.
“En la obra de
la redención no hay compulsión. No se
emplea ninguna fuerza exterior. Bajo la influencia del Espíritu de Dios, el
hombre está libre para elegir a quien ha de servir. El cambio que se produce
cuando el alma se entrega a Cristo, hay las más completa sensación de liberta.
La expulsión del pecado es obra del alma misma. Por cierto, no tenemos poder
para librarnos a nosotros mismos del dominio de Satanás; pero cuando deseamos
ser libertados del pecado, y en nuestra gran necesidad clamamos por un poder
exterior y superior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la
fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en
cumplimiento de la voluntad de Dios” (DTG, 431, 432)
4. Es la actitud constante para
relacionarnos con Dios Lc 17: 1-4.
5. Es la conciencia que Dios es
Santo y que yo soy pecador que no merezco nada. Lc 18: 9-14
Pasos
para el arrepentimiento
1. Vivir en Cristo.
“El
arrepentimiento es tan ciertamente un don de Jesucristo como lo es el perdón de
los pecados. No se puede experimentar el
arrepentimiento sin Cristo; pues el arrepentimiento del cual él es el Autor es
la base sobre la cual podemos pedir nuestro perdón. Mediante la obra del Espíritu Santo, los
hombres son inducidos al arrepentimiento.
De Cristo proviene la gracia de la contrición, tanto como el don del
perdón, y el arrepentimiento así como el perdón de los pecados se consiguen
sólo mediante la sangre expiatoria de Cristo.
Aquellos a quienes Dios perdona, primero hace que se arrepientan
(Youth's Instructor, 6-12-1894)” (A fin de conocerle, 112).
a. Todo
el que rehúsa entregarse a Dios está bajo el dominio de otro poder. No es su
propio dueño. No puede hablar de libertad. No le es dado ver la belleza de la
verdad, porque su mente está bajo el dominio de Satanás. Mientras se lisonjea
de estar siguiendo los dictados de su propio juicio, obedece la voluntad del
príncipe de las tinieblas. Cristo vino a romper las cadenas de la esclavitud
del pecado para el alma”. (DTG, 431)
2.
Vivir en su Palabra.
“Si queremos tener perdón por
nuestros pecados, primero debemos comprender qué es el pecado, para
arrepentirnos y llevar frutos dignos de arrepentimiento. Nuestra fe debe tener un fundamento sólido;
debe fundarse en la Palabra de Dios, y sus resultados se verán en términos de
obediencia a la voluntad revelada de Dios...
3.
Vivir en la verdad.” (A fin de
conocerle, 232).
“Los que
resisten al Espíritu de Dios piensan que en futuro podrán arrepentirse, cuando
estén listos para iniciar una reforma; pero entonces el arrepentimiento estará
fuera de su alcance. Las tinieblas de
los que rehúsan andar en la luz, teniendo la luz, serán proporcionales a la luz
y los privilegios que se les dieron (Review and Herald, 29 6-1897)” (A fin de
conocerle, 247).
“La percepción
y apreciación de la verdad, dijo, dependen menos de la mente que del corazón.
La verdad debe ser recibida en el alma; exige el homenaje de la voluntad. Si la
verdad pudiese ser sometida a la razón sola, el orgullo no impediría su
recepción. Pero ha de ser recibida por la obra de gracia en el corazón; y su
recepción depende de que se renuncie a todo pecado revelado por el Espíritu de
Dios. Las ventajas del hombre para obtener el conocimiento de la verdad, por
grandes que sean, no le beneficiarán a menos que el corazón esté abierto para
recibir la verdad y renuncie concienzudamente a toda costumbre y práctica
opuestas a sus principios. A los que así se entregan a Dios, con el honrado
deseo de conocer y hacer su voluntad, se les revela la verdad como poder de
Dios para su salvación. Estos podrán distinguir entre el que habla de parte de
Dios y el que habla meramente de sí mismo. Los fariseos no habían puesto su
voluntad de parte de la voluntad de Dios. No estaban tratando de conocer la
verdad, sino de hallar alguna excusa para evadirla; Cristo demostró que ésta
era la razón por la cual ellos no comprendían su enseñanza.” (DTG, 420,421).
Conclusión
“Hay
más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por 99 justos que
no necesitan de arrepentimiento” (Lc 15:
7).
1 comentario:
ESTIMADOS HERMANOS (sitio evangélico ajeno al blog):
Solicito mi prelatura del profeta Elías de la iglesia evangélica universal porque soy un miembro cristiano evangélico bautizado en el Espíritu Santo con la transmigracion del tal en mi ser y con mi encarnacion divina del Dios padre celestial Elohim y con mi conversion del Arcángel San Miguel adquirido del Señor Jesucristo. Tambien requiero mi estirpe cristiana y profética del peregrino Martin Lutero.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
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