viernes, 3 de agosto de 2012

CONCEPTOS DEL ARREPENTIMIENTO Sal 51: 1-7


CONCEPTOS DEL ARREPENTIMIENTO
Sal 51: 1-7

INTRODUCCIÓN
Proposición: Para disfrutar del cristianismo en sus bendiciones es necesario recordar que el mensaje central de la Biblia es un llamado al arrepentimiento.
Mr, 1: 4 (Juan B) Mt 3: 17 (Jesús); Hech 2: 38 (apóstoles); Lc 24: 47 (misión); Hech 5: 31 (el Padre dio a su Hijo).
Oración de transición: ¿Qué significa el arrepentimiento? Vamos a ver algunos significados de la palabra arrepentimiento.
1.       “Pesar por el mal cometido” EGW
2.       Es ser cristiano justo y bondadoso, Lc 3: 7-14
3.       Es confesión y libertad. Sal 51: 1-7, Os 14: 2.
“En la obra de la redención no hay compulsión.  No se emplea ninguna fuerza exterior. Bajo la influencia del Espíritu de Dios, el hombre está libre para elegir a quien ha de servir. El cambio que se produce cuando el alma se entrega a Cristo, hay las más completa sensación de liberta. La expulsión del pecado es obra del alma misma. Por cierto, no tenemos poder para librarnos a nosotros mismos del dominio de Satanás; pero cuando deseamos ser libertados del pecado, y en nuestra gran necesidad clamamos por un poder exterior y superior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en cumplimiento de la voluntad de Dios” (DTG, 431, 432)
4.       Es la actitud constante para relacionarnos con Dios Lc 17: 1-4.
5.       Es la conciencia que Dios es Santo y que yo soy pecador que no merezco nada. Lc 18: 9-14
Pasos para el arrepentimiento
1.       Vivir en Cristo.
“El arrepentimiento es tan ciertamente un don de Jesucristo como lo es el perdón de los pecados.  No se puede experimentar el arrepentimiento sin Cristo; pues el arrepentimiento del cual él es el Autor es la base sobre la cual podemos pedir nuestro perdón.  Mediante la obra del Espíritu Santo, los hombres son inducidos al arrepentimiento.  De Cristo proviene la gracia de la contrición, tanto como el don del perdón, y el arrepentimiento así como el perdón de los pecados se consiguen sólo mediante la sangre expiatoria de Cristo.  Aquellos a quienes Dios perdona, primero hace que se arrepientan (Youth's Instructor, 6-12-1894)” (A fin de conocerle, 112).
a.       Todo el que rehúsa entregarse a Dios está bajo el dominio de otro poder. No es su propio dueño. No puede hablar de libertad. No le es dado ver la belleza de la verdad, porque su mente está bajo el dominio de Satanás. Mientras se lisonjea de estar siguiendo los dictados de su propio juicio, obedece la voluntad del príncipe de las tinieblas. Cristo vino a romper las cadenas de la esclavitud del pecado para el alma”. (DTG, 431)
2.         Vivir en su Palabra.
Si queremos tener perdón por nuestros pecados, primero debemos comprender qué es el pecado, para arrepentirnos y llevar frutos dignos de arrepentimiento.  Nuestra fe debe tener un fundamento sólido; debe fundarse en la Palabra de Dios, y sus resultados se verán en términos de obediencia a la voluntad revelada de Dios...
3.         Vivir en la verdad.” (A fin de conocerle, 232).
“Los que resisten al Espíritu de Dios piensan que en futuro podrán arrepentirse, cuando estén listos para iniciar una reforma; pero entonces el arrepentimiento estará fuera de su alcance.  Las tinieblas de los que rehúsan andar en la luz, teniendo la luz, serán proporcionales a la luz y los privilegios que se les dieron (Review and Herald, 29 6-1897)” (A fin de conocerle, 247).

“La percepción y apreciación de la verdad, dijo, dependen menos de la mente que del corazón. La verdad debe ser recibida en el alma; exige el homenaje de la voluntad. Si la verdad pudiese ser sometida a la razón sola, el orgullo no impediría su recepción. Pero ha de ser recibida por la obra de gracia en el corazón; y su recepción depende de que se renuncie a todo pecado revelado por el Espíritu de Dios. Las ventajas del hombre para obtener el conocimiento de la verdad, por grandes que sean, no le beneficiarán a menos que el corazón esté abierto para recibir la verdad y renuncie concienzudamente a toda costumbre y práctica opuestas a sus principios. A los que así se entregan a Dios, con el honrado deseo de conocer y hacer su voluntad, se les revela la verdad como poder de Dios para su salvación. Estos podrán distinguir entre el que habla de parte de Dios y el que habla meramente de sí mismo. Los fariseos no habían puesto su voluntad de parte de la voluntad de Dios. No estaban tratando de conocer la verdad, sino de hallar alguna excusa para evadirla; Cristo demostró que ésta era la razón por la cual ellos no comprendían su enseñanza.” (DTG, 420,421).
Conclusión
“Hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por 99 justos que no necesitan de arrepentimiento”  (Lc 15: 7).

1 comentario:

VINICIO SANTOS dijo...

ESTIMADOS HERMANOS (sitio evangélico ajeno al blog):
Solicito mi prelatura del profeta Elías de la iglesia evangélica universal porque soy un miembro cristiano evangélico bautizado en el Espíritu Santo con la transmigracion del tal en mi ser y con mi encarnacion divina del Dios padre celestial Elohim y con mi conversion del Arcángel San Miguel adquirido del Señor Jesucristo. Tambien requiero mi estirpe cristiana y profética del peregrino Martin Lutero.

Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.