jueves, 12 de enero de 2012

INTRODUCCION A LA PNEUMATOLOGIA




INTRODUCCION A LA PNEUMATOLOGIA






ANDREWS UNIVERSITY





HISTORIA DE LA DOCTRINA DEL ESPIRITU SANTO





SEMINARIO
PRESENTADA EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LOS REQUISITOS DEL CURSO DE DEVELOPMENT OF SEVENTH-DAY ADVENTIST THEOLOGY






POR
WALTER GABRIEL QUISPE APAZA
 AGOSTO 2015





INTRODUCCIÓN

A lo largo de la historia, la doctrina del espíritu Santo ha sido ampliamente discutida; pero siempre ha existido la pregunta: ¿Por qué hemos de estudiar la doctrina del Espíritu Santo? La principal razón por la cual el creyente verdadero debe estudiar esta doctrina es porque el Espíritu hace parte de la Trinidad. No podemos estudiar a Dios completamente si ignoramos esta doctrina tan fundamental en nuestra fe como la doctrina de cristo o la doctrina de Dios.

El mundo evangélico de hoy en día muestras dos tipos de actitud hacia la doctrina del Espíritu Santo; algunos lo toman como algo sin sentido como parte de un ritual religioso o maquinaria eclesiástica, quitándole la importancia que merece como parte de la doctrina de la Trinidad. Otros, han sobre enfatizado la doctrina hasta tal punto que fuerzan su importancia a expensas de la palabra de Dios, destruyendo el verdadero sentido de la doctrina y pervirtiendo el comportamiento decoroso del cristiano. Se puede observar que hay un manejo completamente extravagante de los extremos convirtiendo al primero en un formalismo frígido y sin sentido, y el segundo se hace tan exageradamente que se convierte en un fanatismo ferviente. Esto hace que la doctrina sea más subjetiva para los segundos, lo cual distorsiona la doctrina bíblica del Espíritu Santo.

Es por esta razón por la cual debemos involucrarnos con el estudio de la pneumatología (o la doctrina del Espíritu Santo) con el fin de encontrar un verdadero equilibrio en la cuestión doctrinal, sin desmeritar ni sobreestimar su obra y su presencia activa dentro de la iglesia de Cristo; ya que el esta involucrado en la economía salvífica y la historia de la Salvación.

I. El Espíritu Santo y la historia.

Históricamente la doctrina del Espíritu santo ha sido una de las doctrinas mas debatidas, junto con la doble naturaleza de Cristo. Es notable que a través de la historia eclesiástica, los debates para certificar la doctrina de la trinidad y más acerca de la deidad del Espíritu Santo hayan sido grandes en cada disputa.

Después de la muerte de los apóstoles, los padres apostólicos continuaron con la enseñanza de la pneumatología, no como ciencia sino como una doctrina fundamental, que a través de los años, fue pervirtiéndose en algunos grupos que obligaron a la iglesia a defender el sentido de sus creencias. Ya a finales del segundo siglo,  se origino una de las primeras herejías encontradas dentro del seno de la iglesia, surgió una doctrina la cual fue denominada Monarquianismo, en la cual, al querer preservar la unidad de Dios, la Deidad de Cristo y la Deidad del Espíritu Santo, enseño que los dos últimos tan solo eran manifestaciones de Dios.

En El tercer siglo, un obispo de la ciudad de Alejandría llamado Orígenes. El alegaba que el Hijo y el Espíritu Santo estaban subordinados al Padre, y que el Espíritu estaba Sujeto a Cristo también. Esta doctrina fue llamada subordicionalismo fue ampliamente discutida hasta que se aclaró en el concilio de NIcea en el. Año 321.

También el siglo III surgió una doctrina originada por un obispo de Antioquía, llamado Pablo de Samosata, quién enseñaba que el hombre Jesucristo fue elevado al nivel de la Divinidad mediante un “dinamis”, un poder que consistía del Logos y el Espíritu Santo que le fue dado por Dios. Enseñó que “es permitido hablar de un Logos o Hijo y de una Sabiduría o Espíritu en Dios, pero que éstos no son más que atributos de Dios o influencias impersonales, cosa que fue declarada como Herejía en el año 268 en el sínodo de Antioquía; sin embargo, este concilio también condeno la palabra consubstancial, lo que le dio bases al arrianismo para sostener sus tesis.

Otro de los herejes más influyentes, fue Arrio en el siglo IV, Arrio, un maestro de la iglesia de Alejandría, el cual estuvo en desacuerdo con los samosatenses, y formo su tesis con el fin de apologizar con ellos; pero basó su desacuerdo en un argumento extremadamente opuesto. Llegó a la conclusión de que Jesús era más que un hombre que fue adoptado por Dios, Jesús era el logos, el Hijo de Dios, que existía antes de la creación del mundo. Sin embargo, no era eterno. Según Arrio, Jesús era una primera criatura de suprema importancia que ayudó a Dios a crear todo lo demás. Si era una criatura, como Arrio insistió, no podía ser Dios. Tampoco podía el Espíritu Santo ser verdadero Dios, desde su punto de vista. Arrio enseñaba que el Espíritu Santo era la primera criatura que el Hijo hizo[1].  Estas declaraciones fueron fuertemente atacadas por la iglesia, en cabeza de Atanasio de Alejandría quien en un concilio celebrado en Nicea en el año 321 ratificó la Divinidad de Cristo diciendo que es de la misma substancia con el padre, y así mismo defendió la Divinidad del Espíritu Santo, alegando que era Consubstancial al padre y el hijo en el sínodo de Alejandría en el año 362, donde declaro que El es Dios pues solamente un Espíritu Divino tenia la capacidad de crear personas participes de Naturaleza divina, apelando a la formula Bautismal ya que no estaría incluido ahí bajo el mismo nombre con el Padre y el Hijo. El credo de Atanasio nos muestra esa conclusión en su texto el cual ponemos a continuación:

Quienquiera desee salvarse debe, ante todo, guardar la Fe Católica: quien no la observare íntegra e inviolada, sin duda perecerá eternamente. Esta es la Fe Católica: que veneramos a un Dios en la Trinidad y a la Trinidad en unidad. Ni confundimos las personas, ni separamos las substancias. Porque otra es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo: Pero la divinidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo es una, es igual su gloria, es coeterna su majestad. Como el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo. Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo. Inmenso el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo. Eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no tres eternos, sino uno eterno. Como no son tres increados ni tres inmensos, sino uno increado y uno inmenso. Igualmente omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no tres omnipotentes, sino uno omnipotente. Como es Dios el Padre, es Dios el Hijo, es Dios el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no tres dioses, sino un Dios. Como es Señor el Padre, es Señor el Hijo, es Señor el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no tres señores sino un Señor. Porque, así como la verdad cristiana nos compele a confesar que cualquiera de las personas es, singularmente, Dios y Señor, así la religión católica nos prohíbe decir que son tres Dioses o Señores. Al Padre nadie lo hizo: ni lo creó, ni lo engendró. El Hijo es sólo del Padre: no hecho, ni creado, sino engendrado. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo: no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente de ellos. Por tanto, un Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos, un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. En esta Trinidad nada es primero o posterior, nada mayor o menor: sino todas la tres personas son coeternas y co-iguales las unas para con las otras. Así, para que la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad sea venerada por todo, como se dijo antes. Quien quiere salvarse, por tanto, así debe sentir de la Trinidad. Pero, para la salud eterna, es necesario creer fielmente también en la encarnación de un estro Señor Jesucristo. Es pues fe recta que creamos y confesemos que nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, es Dios y hombre. Es Dios de la substancia del Padre, engendrado antes de los siglos, y es hombre de la substancia de la madre, nacido en el tiempo. Dios perfecto, hombre perfecto: con alma racional y carne humana. Igual al Padre, según la divinidad; menor que el Padre, según la humanidad. Aunque Dios y hombre, Cristo no es dos, sino uno. Uno, no por conversión de la divinidad en carne, sino porque la humanidad fue asumida por Dios. Completamente uno, no por mezcla de las substancias, sino por unidad de la persona. Porque, como el alma racional y la carne son un hombre, así Dios y hombre son un Cristo. Que padeció por nuestra salud: descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. Ascendió a los cielos, está sentado a la derecha de Dios Padre omnipotente; de allí vendrá a juzgar a vivos y muertos. A su venida, todos los hombres tendrán que resucitar con sus propios cuerpos, y tendrán que dar cuenta de sus propios actos. Los que actuaron bien irán a la vida eterna; los que mal, al fuego eterno. Esta es la fe católica, quien no la crea fiel y firmemente, no podrá salvarse. Amén[2].

Otro de los concilios que dejaron en claro la doctrina del Espíritu Santo fue el concilio I de Constantinopla de 381 en donde cita:

“Creemos en un solo Dios, Padre omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles. Y en un solo Señor, Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, nacido, no hecho, consustancial al Padre, por quien todas las cosas fueron hechas, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió de los cielos y se encarnó del Espíritu Santo y de María la virgen, y se hizo hombre, y fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato, y padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió a los cielos, y está sentado a la diestra del Padre, y otra vez ha de venir con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos, y su Reino no tendrá fin. Y en el Espíritu Santo, Señor vivificante, que procede del Padre, que juntamente con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, que habló por los profetas. En una sola Santa Iglesia Católica y Apostólica Esperamos la resurrección de la carne y la vida del siglo futuro. Amén”[3]

La doctrina del Espíritu Santo fue un motivo para la escritura de muchas obras entre los siglos IV y V de los cuales encontramos a Basilio (379)[4], en su libro Adversus Eunomium, Liber de Spiritu Sancto; Gregorio Nacianceno (389), Orationes; Gregorio Nyseno (394), Oratio catechetica, Contra Eunomium; Hilario (367), De Trinitate; Cirilo de Jerusalén (386), Catecheses; Dídimo el ciego (398), Liber de Spiritu Sancto; etc. El siglo V nos brinda dos figuras extraordinarias. En Oriente, Cirilo de Alejandría (444), Thesaurus de Sancta et Consubstantiali Trinitate, que es como una suma de todo lo dicho hasta el momento sobre el misterio[5]. En Occidente, Agustín (430) dedicó más de quince años a redactar su De Trinitate, cuya obra está dividida en dos partes.

Después de las controversias del siglo IV la iglesia consolidó la doctrina pneumatológica y a partir del siglo V las obras acerca de este tema fueron mas bien escasas. En el siglo XII, Tomás de Aquino en su summa teologiae expresa también su pensamiento acerca de la trinidad y la doctrina del Espíritu como una de las bases de la teología escolástica[6].

En el siglo XVI, los socinianos alegaban que el Espíritu Santo era una posesión natural del hombre que le permite alcanzar “vistazos de comprensión” en las Escrituras. Ante estas declaraciones la iglesia también expuso las tesis bíblicas y condeno a los gestores a la hoguera.

En la época de la reforma, los reformadores sostuvieron la doctrina del Espíritu Santo de una manera más enfática; Lucero decía que el Espíritu no se debía identificar con la operación eclesiástica y que mucho menos los sacramentos eran eficaces en sí y por si mismos, sin la influencia del Espíritu. Que solamente por el Espíritu, Cristo está presente en los sacramentos y en la escritura, y solo por el Espíritu, la escritura es la verdadera palabra de Dios, pues es quien la inspira y quien ilumina al creyente. El Espíritu no está limitado a la palabra; existe en gloria eterna de Dios, lejos de la Palabra y de nuestro mundo. Pero como Espíritu que revela, no viene sin la palabra.[7]

Calvino, siempre sostuvo que el Espíritu trabaja para la regeneración, la iluminación y con el fin de conducirnos a cristo uniéndonos con Él. Calvino fue más allá de Lutero al afirmar no sólo que la palabra predicada es el agente del Espíritu, sino que la Biblia es en su esencia la palabra de Dios (Catecismo Ginebrino). El Espíritu obra en la lectura de la Escritura así como en la predicación de la palabra, y la palabra, predicada o leída, es eficaz a través del trabajo del Espíritu Santo. El origen divino de la Escritura es certificado por el testimonio del Espíritu; la Escritura es la palabra de Dios dada mediante la guía del Espíritu a través del limitado decir humano[8].

Ya en el siglo XVII con la influencia de Schleiermacher, el liberalismo tomó una posición drástica frente a la pneumatología, pues él enseñaba que el Espíritu Santo era una emanación de Cristo y una mera obra espiritual triunfante. Otros pensadores como Ritschl, hablaron acerca del Espíritu como una fuerza impersonal que emanaba de Dios y moraba permanentemente en la iglesia. Estos postulados condujeron a diversos sectores de la teología al llamado racionalismo, donde se enseñó que la escritura no era inspirada, ya que el Espíritu es una fuerza emanada por Dios y no una persona Divina, incluso a desmeritar la obra del Espíritu en la economía de la Salvación

Esto dio bases a la teología neo-ortodoxa para quienes el Espíritu Santo aparenta ser cualquier cosa que quisieran hacer, ya sea un sentir de convicción, o de desesperación, o de reprensión propia. Lo cual conduce inmediatamente a una sola conclusión, que no hay una genuina comprensión de un Santo Espíritu, el cual es Divino y personal, quien lleva una obra de gracia y amor en el corazón del convertido, y quien la verdadera comprensión de la No-ortodoxia es una sustitución de la obra regeneradora del Espíritu por una entrega existencial del ser entronando el “ego” interior.

Es notorio también que gracias a las influencias de Bultman y Schleiermacher, la doctrina del Espíritu santo ha tomado u camino más racionalista, lo cual conduce a una posición pasiva del mismo dentro de la revelación, más en el hecho de que niegan la participación activa del Espíritu en la Iluminación y la Inspiración escritural, considerando que la obra del Espíritu Santo es subjetiva en el lector, en vez de un proceso objetivo que es garantia de que se está leyendo un libro infalible.

Ya en el siglo XX este asunto tomo diferentes dimensiones; la pneumatología pasó de ser una de las doctrinas más notorias dentro del evangelio modernista, así vemos como la teología pentecostal y moderna. El subjetivismo ha tomado lugar en vez de la exégesis y la doctrina del Espíritu Santo esta tomando una fuerza nunca antes esperada, sin embargo las doctrinas acerca del Espíritu Santo se han desviado terriblemente de la interpretación Bíblica; esto ha generado una gran cantidad de concepciones acerca del Espíritu lo cual va en contra de las escrituras. Mientras que la neo-ortodoxia procura hacer de la obra del Espíritu algo subjetivo, el pentecostalismo moderno y la teología moderna han hecho de esta doctrina el eje central de las escrituras; es notorio que ellos al predicar a Cristo enfatizan mas la acción del Espíritu en Él, que la obra del mismo señor en la salvación. Se enfatiza demasiado en la obra del Espíritu al liberalizar las escrituras y haciendo una pobre interpretación de las mismas atribuyéndole poderes místicos a aquellos que se consagran únicamente a él. De esta manera encontramos declaraciones como estas de los principales exponentes de la teología moderna pentecostal:

“En estas cruzadas, yo inmediatamente empecé a recibir poder para expulsar los demonios de la enfermedad, de la aflicción y también empecé a recibir direcciones específicas del Espíritu Santo para saber lo que tenía que hacer en medio de multitudes de doce o quince mil personas. Centenares de sanidades comprobadas y miles de conversiones han ocurrido, incluyendo a muchas personas que han dejado sus sillas de rueda y han abandonado sus muletas. Muchos ojos ciegos y oídos sordos han sido abiertos, y todo este puede verificarse“.[9]

Uno de los libros más polémicos acerca de la doctrina del Espíritu Santo es Publicado por Benny Hinn y el cual ha sido fuente de información y adoctrinamiento dentro de muchos centros cristianos. Este libro se llama “Buenos días Espíritu Santo” el cual se ha convertido en uno de los libros de literatura cristiana mas vendidos en los últimos años. En este libro, aborda de una manera muy delicada la doctrina y llega a decir que cristo no pudo hacer su obra sin la ayuda total del Espíritu Santo. Esto lo podremos vislumbrar a ver la frase “aun los atributos de Jesús fueron dados por el espíritu Santo”[10] mas adelante dice:

“Jesucristo hombre fue engendrado por el Espíritu. Y tal como los padres terrenales aman a su pequeño bebé, así el Espíritu santo amaba   al señor (…) ¿puedes ver  a Dios el  Padre en el cielo dirigiendo al Espíritu: ‘toma a mi hijo y hazlo carne’ Fue el milagro de los milagros. El Espíritu Santo tomo esa semilla del padre y la puso dentro del cuerpo de María. El (el Espíritu Santo) fue el padre del Señor[11], El también fue quien lo ungió.

Imagínate, a Dios el Padre sentado en su trono en el cielo y a Jesús en la tierra sanando los enfermos y haciendo milagros. ¿y que del Espíritu Santo? Él es el canal, el contacto entre ambas personalidades (el Padre y El Hijo). Voy a Ilustrarlo así: El padre toma el teléfono (como si lo necesitara) y dice ‘¿Espíritu Santo?’. Si señor- le dice el Espíritu al levantar el teléfono. Dios le dice: ‘Quiero que guíes a Jesús al desierto porque yo voy a enviar al diablo para que lo tiente’. El Espíritu dice ‘Si Señor’, y corre a Cristo. ‘Jesús ven conmigo’- le dice. ¿Ves cómo el Espíritu Santo viene a ser como el contacto entre ambas personalidades?[12]

O imagínate esto: Jesús pasa por el lado de un hombre que esta muy enfermo. De nuevo, el Padre levanta el teléfono y dice: ‘Espíritu Santo, ¡Detén a Jesús! dile que se pare ahí mismo donde está’. El Espíritu dice: ‘buen, Jesús párate’. Levanta el teléfono y dice: ‘Padre, ¿Qué debe hacer El? ‘Dile que sane a ese hombre’- dice la voz de Dios. Jesús inmediatamente pone Sus manos sobre el hombre, el poder del Espíritu fluye a través de El, y el hombre milagrosamente se levanta.

Aquí está lo vital para que recuerdes –y cuando comprendas esto, se quitara el velo de tus ojos concerniente a la función del Espíritu Santo: Durante su estancia en la tierra, Jesús escogió ser n menos que un hombre en su totalidad. Su “conocimiento Revelado” no operaba sin la Voz del Espíritu, y el no se movía a menos que el Espíritu Santo se moviera con El. ¿Te has preguntado alguna vez por que cuando Jesús pasaba, algunos no se sanaban? ¿Por qué el no oró por ellos? ¿Por qué El no los alcanzó y los tocó? Es porque el padre no le Ordeno al Espíritu Santo que guiara a Jesús a hacerlo. Cristo dijo: ‘que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mando así hago (Juan 14:31)[13]. Jesús dependía del Espíritu. El era el cordón umbilical de Cristo al Padre.[14]

Inmediatamente después dice que si no fuera por el Espíritu Santo, El no hubiese podido hacer la obra para la cual fue enviado

“Si el Espíritu Santo no hubiera estado con Jesús, ¿hubiera pecado? Es posible que hubiera podido pecar. Fue es Espíritu Santo el poder que lo guardo puro. El no solo fue enviado del cielo, sino que fue llamado Hijo del Hombre –y como tal, ¿no podría pecar? El hecho de que no lo hiciera no quiere decir que no existiera la posibilidad. Si tu crees que Jesús no era capaz de pecar, entonces ¿Por qué Satanás perdió su tiempo tentándole? El diablo sabía lo que estaba haciendo. Sin el Espíritu Santo Jesús jamás hubiera logrado completar su obra (…)”.[15]

Ante estas declaraciones podemos vislumbrar más claramente la exagerada exaltación dada por algunos movimientos modernos al Espíritu Santo, denigrando el concepto de Cristo dentro de la doctrina cristiana;  sin embargo, a continuación expondremos nuestro punto de vista acerca del Espíritu desde las escrituras.

II. ¿Quien es el Espíritu Santo?

Es muy interesante observar que las escrituras hablan del Espíritu Santo tanto la principio como al final de las mismas; lo vemos en el maravilloso momento de la creación (Ge 1.2), y así mismo lo vemos haciendo el llamado que, junto con la iglesia, dice “Ven” (Ap 22.17) pero cuando nos hacen la pregunta de quien es el Espíritu Santo, muchas veces callamos, pues no tenemos una respuesta clara en nuestras mentes. Es por eso que en este pequeño tratado haremos un pequeño recuento de lo que es el Espíritu de Dios.

Para entender un poco acerca de esta doctrina debemos ver las principales cualidades de la misma con el fin de entender quien es el Espíritu Santo, cual es su obra y como influye en la vida Cristiana.

El Espíritu Santo es la Tercera persona de la Trinidad; sin embargo, a lo largo de la historia algunas personas enseñan que el Espíritu Santo no cohabita en unidad con Padre y el Hijo, menos como parte de esta mística unión trinitaria, donde son tres personas diferentes y un mismo Dios. Alegan algunos que es una fuerza activa, o que Dios se revelo primero en Padre, luego en Hijo y que ahora esta presente como el espíritu Santo. Sin embargo, Las escrituras nos muestran la existencia del Espíritu Santo, y aunque definir completamente la doctrina trinitaria ha sido uno de los más grandes retos del estudio teológico, sigue siendo un misterio para nosotros porque esta doctrina no se toca profundamente en las escrituras, quedando cubierto por un velo este misterio a los ojos de los hombres.

Las escrituras nos hablan acerca de su existencia. En Jn 4.24 se nos dice que Dios es Espíritu, este nombre es más común al hablar directamente a la tercera persona de la Trinidad. Tanto en el original hebreo רוּחַ (Ruaj [Ver Gn 1.2 Stuttgartensia]) como en el griego πνεῦμα (pneuma [Ver Jn 4.24 Receptus])[16] se traduce como literalmente como viento, o soplo. De aquí que también es traducido como halito, aliento o espíritu respectivamente.

Vemos también dentro de las escrituras que es una persona (es éste uno de los rasgos distintivos del creyente verdadero, quien cree en la personalidad del Espíritu Santo) ¿Pero porque se cree que es una persona? La enseñanza de las verdades fundamentales acerca del espíritu Santo siempre se ha visto por medio del énfasis del estudio de su personalidad[17], sin embargo, muchos arguyen que no hay que darle a debida importancia pues el espíritu no habla mucho de si mismo en las escrituras, pues dicen que al momento del a redacción del canon el Espíritu Santo guió a los escritores conforme a lo que el oía (Jn 16.13; Hch 13.2) y porque el dice que ha venido al mundo para glorificar a Cristo (Jn 16.14), además  de que la escritura muestra al padre y al hijo hablando de sí mismos usando el pronombre “yo”, y presentándolos de una inmediata comunión el uno con el otro, y que esta doctrina fue aprobada después del credo niceno, la personalidad del espíritu fue reconocido como  tal en los credos de la iglesia. Cuando hablamos de la personalidad del Espíritu Santo debemos tener en cuenta la forma como las escrituras se refieren a Él; es notorio que a lo largo las mismas se refieren al Santo Espíritu siempre es acompañado con el uso de pronombres  personales. Hodge nos dice:

“El (El Espíritu Santo) es introducido tan a menudo como persona, no meramente en un discurso poético o exaltado, sino en simple narrativa y en instrucciones didácticas, y su personalidad está sustentada por tantas pruebas colaterales, que explicar el uso de los pronombres personales en relación con Él en base del principio de la personificación sería violentar todas las normas de interpretación. Así es en Hech 13:2: «Dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado». Nuestro Señor dice (Jn 15:26): «Cuando venga el Consolador (ho paraklëtos), a quien yo enviaré del Padre, el Espíritu de verdad (to pneuma tës aletheias), el cual (ho) procede del Padre, él (ekeinos) dará testimonio acerca de mí». El uso del pronombre masculino él, en lugar del pronombre neutro griego, muestra que el Espíritu es una persona.” [18]

Es importante ver que dentro del estudio de la Personalidad del Espíritu Santo el uso de pronombres personales esta sustentado por el uso de pruebas colaterales que lo identifican como persona; un ejemplo de esto está en el libro de los hechos el cual cita: “Dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hch 13.2), incluso, Nuestro señor Jesucristo citaba “Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí” (Jn 15.26) o “Y yo rogaré al Padre,  y os dará otro Consolador,  para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad,  al cual el mundo no puede recibir,  porque no le ve,  ni le conoce;  pero vosotros le conocéis,  porque mora con vosotros,  y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos;  vendré a vosotros.” (Jn 14.16-18). La Palabra usada aquí “otro” (ἄλλον) es usada en el original como algo de carácter similar, usada de una manera absoluta en este texto para designar alguien de la misma naturaleza o de su mismo nive

Ante esta posición debemos ser claros y objetivos, arguyendo bíblicamente el error de sus palabras. Dentro de las escrituras el Espíritu Santo tiene un papel muy importante y muestra sus cualidades como persona Divina dándole el mismo lugar que al padre y al Hijo.

Las escrituras muestran al Espíritu Santo como alguien que realiza cosas que solo una persona puede hacer, ya que El convence al mundo de pecado (Jn 16.8),  enseña (Jn 14.26;  Jn 16:13-15; 1Jn 2.27), habla (Ga 4.6), intercede por el creyente (Ro 8.26), guía (Ga 5.18; Hch 8.29; 10.19; 13.2; 16.6-7; 20.23; Ro 8.14), Señala a los hombres para el servicio específico  (Hch 13.2; Hch 20.28), regenera (Jn 3.6),  sella (Ef 4.30), bautiza (1Co 12.13), llena (Ef 5.18).

Es visto también como una persona, pues es afectado por otros seres, ya que El Padre le envía al mundo (Jn 14.16, 26), y el Hijo también le envía (Jn 16.7), se puede ofender (Is 63.10), contristar (Ef 4.30), pueden resistirle (1Tes 5.19), pueden blasfemarle (Mt 12.31), pueden mentirle (Hch 5.3), pueden hacerle afrenta (He 10.29), pueden hablar en contra de El (Mt 12.32).

Ahora bien, el Espíritu Santo es puesto al mismo nivel que las otras personas de la Trinidad, ya que es llamado “otro consolador” (Abogado), lo cual indica que El es una persona tanto como lo es Cristo (Jn 14.16-17; 26; 16.7; 1Jn 2.1-2), se le llama Espíritu en el mismo sentido personal que Dios es llamado Espíritu (Jn 4.24).

Como una persona de la trinidad, el Espíritu Santo es co-igual con el Padre y el Hijo, pues es llamado Dios (Is 6.8-9 conf. Hch 28.25-26; Jer 31.31-34 conf. Heb 10:15-17; 2Co 3.18 y Hch 5.3, 4) posee los atributos Divinos (Gn 1.2; Job 26.13; 1 Co 2.9-11; He 9.14), y ejecuta las obras de Dios (Job 33.4; Sal 104.30; Lc 12.11-12; Hch 1.5; 20.28; 1Co 6.11; 2.8-11; 2Pd 1.21), Es equiparado con el Padre y el Hijo (Mt 28.19, 2Co 13.14) distinto del padre y del hijo (Mt 12.32, Lc 11.13), Inspiro las escrituras, y habla por medio de ella (Hch 1.16, 2Pd 1.21).

III. ¿Como obra el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo actúa de diferentes maneras; pero esto no quiere decir que actúe en desacuerdo con el Padre y el Hijo; sin embargo hay que observar como el Espíritu Santo actuó en el antiguo y nuevo testamento, en la iglesia y en el creyente:

1. La obra del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento.

Aunque las escrituras nos hablan que fue el hijo quién ejecutó la obra de la creación (Col 1), sin embargo, vemos según las escrituras como el Espíritu Santo actuó también en todas las facetas de la creación. Isaías nos habla de que Él estuvo involucrado en el planteamiento general del universo (Is 40.12-14); David nos dice que los cielos fueron creados por el aliento de Su boca (Sal 33’6); estuvo presente en el momento de la creación de la tierra (Ge 1.2); y fue parte activa dentro del proceso de la creación del hombre (Ge 1.26-27; 2.7; Job 33.4).

Después de la creación, vemos como el Espíritu Santo actúa de una manera personal dentro del todo el antiguo pacto. Sin embargo, debemos tener en cuenta que Él obró durante todo el periodo Veterotestamentario manifestándose sobre algunas personas específicas obrando externamente sobre el individuo ya sea creyente (Ex 31.3; Jue 3.10; 14.6; 15.14-1; Is 63.14; Sal 143.10) o inconverso (Nm 24.2; 1S 11.6).

A lo largo de todo el antiguo pacto vemos como el Espíritu Santo obra en medio del pueblo, no solo posando sobre algunos, sino también enseñando (Neh 9.20, 30; Hag 2.5) hablo a los profetas (Nm 11.29; 2S 23.2; Mi 3.8; 2Pd 1.21)

2. La obra del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.

Ya en el nuevo testamento vemos que hay una intima relación del Espíritu con las demás personas de la trinidad al ver los evangelios, en donde:

Maria, concibe por obra del Espíritu Santo al Mesías (Mt 1.18; Lc 1.35); está presente en el bautismo de Cristo, donde lo vemos junto con el Padre (MT 3.16; Mr 1.10 Lc 3.22) esto muestra la eficacia del ministerio de Cristo en la tierra. Llevo a cristo al desierto para ser tentado (Mt 4.1; Lc 4.1) Lo vemos en el ministerio de Cristo (Mt 12.18), en la muerte y resurrección de Cristo (Heb 9.14; Hch 3.15; Ro 8; 11; 1Pd 3.18), en la formación de la iglesia (Jl 2.28.29; Hch 2), y en la vida del creyente hasta hoy día.

3. La obra del Espíritu Santo en la iglesia.

EL Espíritu Santo obra en la iglesia desde el mismo momento de su fundación; Aunque algunas escuelas hablan del nacimiento de la iglesia en Hch 2 (por ejemplo las escuelas fundamentalistas y pietistas), las escrituras nos hablan acerca de la iglesia desde el antiguo testamento. También podemos observar que el Espíritu actuó en medio de la congregación de Israel durante la liberación de Egipto y su travesía por el desierto, Guió al pueblo de Israel por medio de los jueces (Jue 3.10), e inspiro a los profetas para escribir el antiguo testamento (1Pe 1.21).

En el Nuevo testamento la obra del Espíritu Santo esta ampliamente relatado en el libro de los hechos. Así mismo podemos observar que es gracias al Espíritu que la iglesia mantiene su mística unión con Cristo como cabeza (Ef 1.22-23; 2.22), formándola (1Co 3.16), nutriéndola y aumenta mediante el continuo proceso de regeneración y santificación de los nuevos creyentes. Es también quien da testimonio de Cristo y quien conduce a la iglesia en medio de la verdad, haciendo manifiesta la gloria de Dios y de Cristo, aumentando en conocimiento acerca del salvador, cuida que la iglesia no caiga en el error, y la prepara para su destino eterno (Jn 14.26; 15.26; 16.13-14; Hch 5.32; Heb 10.15; 1Jn 2.27)[19]

4. La obra del Espíritu Santo en el creyente.

Dentro de la vida del creyente vemos como el Espíritu Santo obra desde siempre. Vemos que es el Santo Espíritu de Dios quien empieza actuando en la vida del mismo desde el mismo momento de la regeneración (Jn 3.3-7; Tit 3-5); otorga la fe salvadora al creyente, convenciéndolo de pecado, de justicia y de juicio al pecador, conduciéndolo a la verdad (Jn 16. 8-15), Mora en el creyente (Ro 8.9-11, Jn 14.17), en donde intercede por el y le ayuda en su oración (Ro 8.26), repartiendo dones a cada uno como el quiere (1Co 12.14), con el fin de que den fruto para la gloria de Dios (Ga 5.22-23), los bautiza y une al cuerpo de Cristo (1Co 12.13, Ro 6.3-4,Ef 4.4-5), sellando y garantizando su Salvación (2Co 1.22; Ef 1.13; 4.30), conduciéndolo a una vida plena en Cristo (Ef 5.18).

En las escrituras vemos como es Espíritu Santo actúa de maneras increíbles en los hombres de fe. Aunque ya mencionamos anteriormente que el Espíritu actuaba externamente en los hombres de fe, vemos que su obra es la misma, Glorificar al padre por medio de sus obras. Es así como vemos a hombres usados como Moisés (Nm 11.17, 25), Josué (Nm 27.18), Sansón (Jue 13. 25; 14. 6, 19; 15.14) de David (1Sa 16.13, 2Sa 23.2) de los profetas entre otros.

Para concluir….

La doctrina del Espíritu Santo ha sido una de las doctrinas que mas controversia ha generado a nivel histórico después de la doctrina trinitaria y la de Cristo; sin embargo, es nuestro deber comprender que las verdades reveladas en las escrituras son irrefutables. Y aunque la controversia actual acerca de esta doctrina este pasando tan sigilosamente dentro de algunos círculos teológicos, debemos tener presente que ahí está. La controversia de hoy en día se debe a una mala interpretación bíblica y al deseo de muchos por figurar en una fe cada día más subjetiva y menos bíblica.

Es nuestro deber como creyentes y como estudiantes continuos de la Palabra de Dios, el denunciar aquellas cosas que atentan contra la fe y la escritura. Calvino decía “Un perro ladra cuando su amo es atacado. Yo sería un cobarde si es atacada la verdad de Dios y permanezco en silencio.” Aunque es una comparación algo fuerte y algunos puedan verla como grotesca, como creyentes debemos denunciar estas malas interpretaciones y atacarlas frontalmente. Seriamos vistos como unos cobardes al callar las verdades reveladas en la escritura.

Por último,  es vital para nuestro entendimiento y crecimiento el comprender la doctrina pneumatológica de una manera profunda con el fin de no guiarnos dentro del camino del error y conducir a otros por el mismo camino; debemos reconocer humildemente las verdades expresadas en las escrituras, enseñarlas y defenderlas arduamente.

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Escrituras Griegas Cristianas Griego-Español

Greek New Testament (mayority text)

Interlineal Griego – Español

King James Version w/ Strong’s Numbers

Latin Vulgate

Nestle-Aland 26th/27th edition text with diacritics & punctuation

Textus Receptus Greek New Testament w/ Strong’s Numbers

Comentarios Biblicos

Barnes, Albert. Notes on the Bible

Biblia Comentada Nácar-Colunga

Biblia Latino Americana. Notas criticas, al pie de página y presentación de los libros

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Nuevo comentario Bíblico Siglo veintiuno

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Scofield Reference Notes

Torres Amat Felipe, Notas de la Biblia

Diccionarios y concordancias

Hayford, Jack W. Una Armonía de los Evangelios

Códigos morfológicos Robinson para Interlineales

Comentario Biblico siglo Ventiuno

Concordancia Greco Española del Nuevo Testamento de Pedro Ortiz

Concordancia. Ministerios Ebenezer

Dic. Bíblico e Índice de Referencias Según la Biblia de Oro de Don Félix Torres Amat. Terranova Editores

Diccionario “La Palabra.org”

Diccionario Biblico

Diccionario de la Real Academia Española.

Diccionario Robinson en Código de Análisis Morfológico

Diccionario de Teología Católica

Diccionario de términos Católicos

Diccionario del Dr. Dominguez

Diccionario Henzo Lafuente

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Diccionario segun la Biblia de Jerusalén

Diccionario Strong en español

Diversos panoramas de la Biblia

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http://files.caminternational.org/resources/upload/files/attachments/La%20historia%20e%20impacto%20del%20neopentecostalismo.PDF

[1] Hoy los Testigos de Jehová enseñan esto, sin embargo, ellos consideran que el Espíritu Santo es solamente una fuerza que procede de Dios y la cual es impersonal. Tomado de http://www.angelfire.com/wi3/dhaeuser/El_Espiritu_Santo_es_Dios.htm

[2] Tomado de http://www.librolibre.org.ni/DocCa./oraciones/credos/credo-atan.html

[3] http://www.cristianismo-primitivo.org/estudios/credos.htm

[4] Las fechas datadas son las fechas de deceso del autor

[5] Tomado de Summa Theologiae. Tomas de Aquino. Edición dirigida por los Regentes de Estudios de las Provincias Dominicanas en España, pag

[6] Aquino, Op cit. La Cuestion 27.a3 nos muestra el lado escolástico de la doctrina  en la cual cita “Hay que decir: En las personas divinas hay dos procesiones: la de la Palabra y otra. Para demostrarlo, hay que tener presente que en las personas divinas no hay procesión más que en cuanto acción que no tiende hacia algo externo, sino que permanece en el mismo agente. Así, esta acción en la naturaleza intelectual es acción del entendimiento y acción de la voluntad. La procesión de la Palabra responde a la acción intelectual. Por la operación de la voluntad en nosotros se encuentra otra procesión, la del amor, por la que el amado está en quien le ama, como por la concepción de la palabra lo dicho o entendido está en quien tiene entendimiento. Por eso, además de la  procesión de la Palabra hay otra procesión en las personas divinas, y es la generación de amor. Esta doctrina es conocida dentro del escolasticismo como  “la procesión del Espíritu Santo, sin embargo, Aquino toma la doctrina de una manera superficial al relacionar a las tres personas de la Trinidad como seres unidos por el amor y la caridad, y no como un solo ser, mostrando a Cristo como el objeto pasivo de esta caridad y al Espíritu Santo como la vía por la cual el Padre derrama su amor a Cristo y posteriormente al hombre.

[7] Es una clara disertación a la doctrina de la procesión del Espíritu expuesta por Aquino en la summa teologica

[8] Carlos A. Mena. Hacia una Pneumatologia Bíblica. MINTS 2009. pag 18

[9] Benny Hinn al referirse acerca de su ministerio evangelístico al cual denomino “cruzadas” http://www.cristianismoprimitivo.org/apologetica/benny_hinn.htm

[10] Benny Hinn. Buenos Días Espíritu Santo. Pp 130

[11] Ibíd. Esto es una aseveración peligrosa, pues tiende a mostrar a Cristo como hijo del Espíritu Santo y no del Padre, la escritura es muy enfática en cuanto a los roles de la trinidad, y el apelar a este tipo de subordicionalismo va en contra de los que dice Jn 10.30 donde Jesús dice “yo y El padre somos Uno”

[12] este ejemplo es demasiado peligroso, primero apela al subordicionalismo y segundo rechaza la Autonomía y la autoridad de Cristo en su ministerio terrenal, rebajándolo a una simple posición de hombre usado por el Espíritu, al mismo nivel que los profetas o apóstoles.

[13] Aquí usando una pésima interpretación del verso, se propone a justificar sus tesis aduciendo que la obra a la cual lo envió el padre fue solamente la terrenal y no la obra de gracia en la cruz

[14] Hinn. Op cit. Pp 132

[15] Ibíd..

[16] Diccionario de palabras griegas y hebreas Strong, Biblia Hebraica stuttgartensia, Recived Textus receptus, aplicaciones E-Sword.

[17] Diccionario de Teología Católica. Aplicación E-Sword.

[18] Charles Hodge. Teologia sistemática. Volumen I. Ed Clie. 1991 pag 371


[19] Berkhof, teología sistemática. Pp 115





INTRODUCCION


1.    La “Pneumatología” es el estudio acerca del Espíritu Santo. (del griego pneuma” = aire o espíritu).

2.    Nuestro analisis, sin embargo, no cubrirá todas las áreas de la doctrina sobre el Espíritu Santo, sino aquellas relacionadas con el don profético.

1.  LA NATURALEZA Y PERSONA DEL ESPIRITU SANTO
A. Una Persona Divina                                                      Juan 14:16.17


“Necesitanos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así cono Dios es persona, anda en estos terrenos [el Colegio de Avondale en Australia]; que El es nuestro ayudador, que escucha cada palabra que pronunciamos, y conoce cada pensamiento de nuestra mente” Manuscrito 66. 1899.

“El Espíritu Santo es una persona, porque testifica en nuestros espíritus que samos hijos de Dios. Cuando se da este testimonio lleva consigo su propia evidencia. En esas ocasiones creenos y estamos seguros de que samos hijos de Dios
El Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podría dar testimonio a nuestros espíritus y con nuestros espíritus de que samos hijos de Dios. Debe ser una persona divina, además, porque en caso contrario no podría escudriñar los secretos que están ocultos en la mente de Dios” Manuscrito 20. 1906. Ambas citas en Evangelisno, 447

B.     Un Misterio no revelado                                                Juan 16:7-14

“No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo. . . La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. Las hombres no poeden explicarla, porque el Señor no se la ha revelado. las hombres de conceptos fantásticos pieden reunir pasajes de las Escrituras y darles interpretación humana; pero la aceptación de estos conceptos no fortalecerá a la iglesia. En cuanto a estos misterios, demasiado profundos para el entendimiento humano, el silencio es oro” Hechos de los apostoles 42,43

II.   EL OFICIO DEL ESPIRITU DENTRO DEL PLAN DE SALVACION

A. Toda la Trinidad Participando en la Salvación 2 Cor. 5:18.19

-  El problema del pecado es un problema muy complejo
y Dios lo resuelve en su plenitud.

a)  la Consecuencia Eterna del Pecado: Es resuelta por
Cristo en la Cruz                                                                 Romanos 6:23

b)    La separación entre Dios y el hombre: La respuesta de
Dios es la reconciliación                                                   2 Cor. 5:1~fl

c)  Los resu1tados del pecado en la naturaleza: Serán
resueltos en la segunda venida de Cristo                         Romanos 8:21—23

d)  La naruraleza pecaminosa: Un problema que tiene
que ser resuelto cuardo cada individuo toma conciencia
de su pecaminosidad.                                                      Romanos 7:18-23

-   Este es el oficio del Espíritu Santo dentro del plan de salvación.
B.     Un Ministerio Absolutamente Esencial                    Romanos8:1-14
              - Tres clases de individuos identificados:

a) las que andan en la carne son denominados
“sarkikoi”             Romanos 8:1,5.6

b) Cristianos con una mente carnal, son
denominados “psichikoi”                                                       RomanOs 8:7
1 Corintios 3:1-3

c)      Los que andan en el Espíritu, son denominados “pneuniatikoi”

                                                                                              Romanos 8:1.9                                                                                  

—     La transformación de una naturaleza y una mente
carnales, a una naturaleza espiritual, es el
oficio del Espíritu Santo

“El Espíritu iba a ser dado coito agente regenerador, y sin esto, el sacrificio de Cristo habría sido inutil. El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad . . . El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el Redentor del mundo. Por el Espíritu es parificado el corazón. Por el Espíritu llega a ser el creyente partícipe de la naturaleza divina. Cristo ha dado su espíritu coito poder divino para vencer las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia” Deseado de Todas las Gentes, 625.



III. COMO REALIZA EL ESPJRVIU SU OBRA DE TRANSFORMACION

A.    Influencia del Espíritu Sobre la Mente                        1 COr. 2:13-16


-    El Espíritu “mora en nosotros” en la medida en que nuestra mente se abre a su influencia:

“El Espíritu obra en nosotros al traer a nuestra mente, en forma vívida y constante, las preciosas verdades del plan de redención
El Espíritu ilumina nuestras tinieblas, informa nuestra ignorancia, y nos ayuda en nuestras múltiples necesidades. Pero la mente debe estar constantemente dirigida hacia Dios. Si se da lugar a la mundanalidad; si no tenenos deseos de orar ni de comulgar con Aquel que es la fuente de sabiduría y fortaleza, el Espíritu no morará en nosotros” Review and herald, Mayo 19, 1904.


B.. La Palabra de Dios. hablada y escrita, es el

             instrumento para la transformación.                       Juan   6:53-63                                                              Juan 15:4-7

“Por medio de las Escrituras el Espíritu Santo habla a la mente y grabe la verdad en el corazón. ~ksí expone el error y lo expalsa del alma. Por el Espíritu de verdad, obrando por la Palabra de Dios, es cano Cristo subyuga a sí misno a sus escogidos” Deseado, 625.


C. El rechazo o indiferencia hacia las Escrituras y
los Testinonios. cierra la puerta a la presencia
del Espíritu Santo                                                                 HebreoS 4:12

“Los testimonios del Espiritu de Dios son dados para dirigir a los hombres a su palabra que ha sido  denculada.Hahora bien ,mensajes no son atendidos, el Espíritu Santo queda excluido del alma.
¿Qué otros medios tiene Dios en reserva para enseñar a los que yerran y mostrarles su verdadera condición? Mensajes Se1eçtos, 1, 52


CONCLUSION

-       La obra del Espíritu es esencial para nuestra redención.


EL MAGISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

INTRODUCCION

1.   De acuerdo a la promesa de Cristo, el Espíritu ejercería el “magisterio”, enseñando y recordando a los creyentes
“todas las cosas


2.  Una comprensión clara de la forma en que el Espíritu Santo ejerce su magisterio, nos permitirá recibir sus beneficios, y evitar involucrarnos con el error.



EL MAGISTERIO DEL FSPIRITlJ A LOS  AFOS’IOLES Y PROFETAS



A.  Un sermon destinado, en orimera instancia, a los futuros profetas. y en segunda instancia a todos los creyentes.

-  Claramente Cristo estaba dando instrucciones específicas al grupo de discípulos acerca de la
obra del Espíritu atraves del don de profecía.

- “Os recordará todo lo que yo os he dicho”            Juan 14:26

-    “Os hará saber las cosas que habrán de venir” Juan 16:13


B.    El Espíritu Santo cumplió una labor especial con los apóstoles.

 revelándoles su voluntad y planes.

—En ocasiones, dándoles una visión para corregir sus propios puntos de vista doctrinales.
Hechos 10.11

—En otras ocasiones, dándoles informaciones que no podían obtener de otra manera.
1 Cor. 2:10—13


C.     La palabra inspirada de los profetas y apóstoles se distingue claramente

 de otros predicadores o evangelistas.
2 Pedro 1:2 ‘3:

EL MAGISTERIO DEL ESPIRITU A LOS CREYENTES EN GENERAL


A.     Sus escritos inspirados_son el vehículo utilizado por el
Espiritu para revelar    su voluntad a los creyentes.
Efesios 1:17—19

—    Aun así, la presencia del Espíritu es
imprescindible para entender la Palabra

“La circunstancia de haber revelado Dios su voluntad a los hombres por su Palabra, no anuló la necesidad que tienen ellos de la continua presencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador prometió que el Espíritu facilitaría a sus siervos la inteligencia de su Palabra; que iluminaría y daría aplicacion a sus enseñanzas
Que e]. ministerio del Espíritu divino iluminara el entendimiento y revelara a la mente las cosas profundas de la santa Palabra de Dios, tal era la bendición que San Pablo pedía para la iglesia de Efeso”  Conflicto de los sjgj,os, Introducción.

“Deberíamos comprender que a menos que seamos enseñados por el Espíritu, no podrencs comprender correctamente la Biblia, porque es un libro sellado, aun para los entendidos y sabios en su propio concepto” Review and Herald Junio 4, 1889.


B.      La iluminación del Espíritu no es dada aparte de la

Palabra esçrita


“El Espíritu Santo siempre dirige a la Palabra escrita, y llama la atención a su gran norma noral de justicia. . . Algunos que dicen ser creyentes se han separado de la Palabra de Dios. Han descuidado la Biblia, la maravillosa guía examinadora de todas las ideas, y declaran que son enseñados directamente por el Espíritu, con lo cual la investigación de las Escrituras se toma innecesaria. las tales están escuchando los sofismas de Satanás; porque el Espíritu y la Palabra siempre están de acuerdo” Manuscript Releases, XIV, 71.


C. Impreciones e impulsos no son una quía segura.


“Muchos cargos se han levantado contra la obra del Espíritu Santo por los errores de una clase de personas que, pretendiendo ser iluminadas por éste, aseguran no tener más necesidad de ser guiadas por la Palabra de Dios. En realidad están dominadas por impresiones que consideran cono voz de Dios en el alma. Pero el espíritu que las dirige no es el Espíritu de Dios. El principio que induce a abandonarse a impresiones y descuidar las Santas Escrituras, sólo puede conducir a la confusión, el engafr, y la ruina. Sólo sirve para fomentar los designios del maligno” onflicto, Introducción.

D. Tampoco son sequras las enociones y sentimientos.

“la santificación no es el vuelo feliz de un sentimiento, ni el trabajo de un instante, sino la obra de toda la vida . . . Si la bendición recibida por aquellos que dicen haber sido santificados, los lleva a confiar en alguna emoción particular, y declaran que no necesitan investigar las Escrituras para conocer la voluntad de Dios, entonces la bendición se ha tornado en engaño, porque lleva a sus poseedores a dar valor a sus emtuciones y sentimientos no santificados, y a cerrar sus oídos a la voz de Dios en su Palabra” Sings of the times Febrero 28, 1895.


E. El lugar de los sueños y visiones

-  Aunque los sueños y visiones del Espíritu son principalmente usados con los profetas, también otros individuos los han recibido.

Hechos 10:1—5

Sin embargo, todo sueño religioso debe ser
confrontado con la revelación escrita. La razón es
que el enemigo también puede intentar confundir a través de manifestaciones especiales.


“No es asunto de poca importancia sustituir la voluntad revelada de Dios con opiniones y declaraciones, sueños, símbolos y figuras procedentes de seres humanos finitos . . . Aquellos a quienes Dios ha elegido para que sean ministros suyos deben afirmarse sólidamente en su Palabra, y dejar que su Palabra sea su autoridad” Mensaies Selectos, II, 105,106.

“Aparecerán muchas cosas con la intención de engañarnos, cosas que tendrán apariencia de verdad . . . Habrá mensajes falsificados que tendrán su origen en personas radicadas en diversos lugares. Se levantará una persona tras otra pretendiendo ser inspirada .
Andenos, pues, con cuidado, y no abranos de par en par la puerta al enemigo para que entre mediante impresiones, sueños y visiones. Dios nos ayude a mirar con fe a Jesús, y a ser guiados por las palabras que El ha hablado” Mensajes Selectos, III, 461,462.



CONCLUSION


-      El magisterio del Espíritu a los creyentes, se produce básicamente a través de la Palabra revelada de Dios, tanto en forma hablada (predicación) como escrita (los escritos inspirados).


EL LIDERAZGO DEL ESPIRITU SANTO



1NTRODUCCION

1.   La promesa de Cristo acerca del Espíritu Santo incluyó el liderazgo del Espíritu para guiar a la Iglesia “a toda verdad”
Juan 16:13

2.   Tanto la Iglesia Apostólica cono el Movimiento Adventista, necesitaron el liderazgo del Espíritu para llegar al conocimiento de la verdad, y evitar la introducción del error.



1.  lA IGLESIA APOSTOLICA GUIADA  “A TODA VERDAD”


A.     Ideas teolóqicas preconcebidas. renovidas por la accion del Espíritu.

—    La idea de que la salvación era exclusiva para Israel era
una inportante barrera teológica para la obra misionera.
- San Pedro recibe una visión                                              Hechos10.11
                - San Pablo recibe una revelación                        Efesios 3:3-6


B.La Palabra profética utilizada por el Espíritu para evitar la introducción

de doctrinas erroneas y heréticas.

-  La Palabra profética es “más segura” 2 Pedro 1:19-2:2

-   La palabra de los profetas y apóstoles
cono fundamento de la fe                                      Efesios 2:20; 4:11-15


B.  El testinonio del Espíritu para alertar a los creyentes de futuros

 intentos de introducir errores doctrinales.

-   Se predicen apostasías cono resultado del
intento satánica de confundir                                            1 Timoteo 4:1





II.    EL MOVIMIENTO ADVENTISTA GUIADA “A TODA VERDAD”


A.    Ideas teológicas preconcebidas. Removida por la acción del Espíritu

 Santo a través del don profético:

-  También los Adventistas tenían una berrera teológica
para la obra misionera, que necesitaba ser removida:
la doctrina de “La puerta cerrada”

-  Provenía de los predicadores milleritas:


“Nosotros henos hecho nuestra tarea de anonestar a los pecadores, y tratar de despertar a una Iglesia indiferente. Dios en su providencia ha cerrado la puerta, y nosotros sólo podemos animarnos unos a otros a ser pacientes y diligentes a fin de hacer nuestro llamado y nuestra elección seguras” Guillerno Miller, Toe Advent Herald, Diciembre 11, 1844.


-  El profeta como en el caso de Pedro y Pablo también creía en este concepto teológica:

“Junto con mis hermanos y hermanas, después del tiempo pasado en 1844, yo creía firmemente que no se convertirían más pecadores. Por un tiempo después del chasco de 1844, sostuve junto con el conjunto de adventistas que la puerta de la gracia quedó entonces cerrada para siempre para el mundo” Mensaies Selectos, 1, 71,84.


-  En 1849, una visión aclaró a la mensajera elegida, que la puerta cerrada no tenía que ver con el fin de la gracia, sino con el santuario celestial.
Primeros Escritos, p. 42.

-  Los creyentes aceptan finalmente el consejo inspirado
y comienzan a compartir su f e:

“El trabajo no está confinado solamente a aquellos que han tenido una experiencia en el novimiento adventista pasado. Una gran proporción de aquellos que están compartiendo las bendiciones de asistir a las reuniones de la verdad presente, no estuvieron conectados con la causa adventista en 1844” Jaime White, Review and Herald, Mayo 6, 1852.

B.El don profético utilizado por el espiritu para evitar la

introducción de doctrinas erroneas.


“Henos de afirmarnos en la fe, en la luz de la verdad que nos fue dada en nuestra primera experiencia. En aquel tiempo se nos presentaba
un error tras otro; ministros y doctores traían nuevas doctrinas.
Solíamos escudriñar las Escrituras con mucha oración, y el Espíritu Santo revelaba la verdad a nuestra mente. A veces dedicábanos noches enteras a escudriñar las Escrituras y a solicitar fervorosamente la dirección de Dios” Obreros Evapgelicos, 317.

“En ese tiempo había fanatisno entre algunos de los que habían creído el primer mensaje. Albergaban grandes errores de doctrina y práctica, y algunos estaban dispuestos a condenar a todos los que no
aceptasen sus opiniones. Dios me reveló esos errores en visión, y me mandó a sus hijos que erraban para declarárselos; pero al cumplir este deber, encontré acerba oposición y oprobio” Joyas de los Testinonio, II, 271.
C.Mensajes inspirados para alertar a los creyentes acerca de los problemas

con la introduccion de doctrinas erroneas.


“Habrá quienes una vez estuvieron unidos con nosotros en la fe,
que buscarán nuevas y extrañas doctrinas, algo extraordinario y sensacional que presentar a la gente. Introducirán todos los sofismas imaginables y los presentarán cono provenientes de la Sra. de white”
Mensales Selectos, 1, 46,47.


111. EL CREYENTE EN PARTICULAR GUIADO A LA VERDAD

A. Tres formas en las que el Señor nos guia

“Hay tres caminos en 1 os que el señor nos revela su voluntad, nos guía, y nos capacita para guiar a otros. . . [1] Dios nos revela su voluntad en su Palabra, las Santas Escrituras. [21 Su voz también se revela a través de sus obras providenciales, a las que podrenos reconocer si no separanos de El nuestras almas, andando en nuestros propios caminos y actuando de acuerdo con nuestra propia voluntad.
[3] Otra forma en que se escucha la voz de Dios, es a través de las apelaciones de su Santo Espíritu, que impresiona nuestros corazones y obra en el carácter. Si tenenos dudas sobre cualquier aspecto, primero debenos consultar las Escrituras” Test _____ V, 512.



CONCLUSION


1.   El Espíritu Santo cumplió su labor de liderazgo y guía, a través del don profético. Profetas y apóstoles fueron muchas veces corregidos primero por el Espíritu, para estar en condiciones de corregir el rumbo de la Iqlesia.






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